Tenía tiempo sin ver un drama judicial, tal vez porque generalmente vemos que probablemente ganes los buenos luego de un magistral discurso o línea argumental. Sin embargo, éstos dos rostros conocidos me hicieron darle otra oportunidad a éste género y tratar de disfrutarlo. ¿Cómo me fue? Por favor, permíteme responder.

SINOPSIS

Jeremiah O'Keefe (Tommy Lee Jones) corre el riesgo de perder su negocio familiar debido a algunos problemas económicos. Por eso, persuaden a Willie Gary (Jamie Foxx), un extrovertido abogado que se especializa en juicios de otra índole para que tome el caso. El juicio se inclinará a un lado y al otro en diferentes momentos gracias a su pericia y la de Mame Downes (Jurnee Smollett) la abogada contrincante. Los matices que tomará el caso serán inesperados, pero impulsados por cada abogado experto.

El film deja entrever los valores y prioridades que a veces tenemos como personas. Algunos de esos principios trascienden y afectan el campo laboral donde nos desenvolvemos, siendo evidenciado muchas veces en la forma en que tratamos a las personas. Independientemente de cuánto dinero se maneje, las pequeñas y grandes decisiones pueden dar señales de lo que hay internamente. Parte de eso lo veremos en, al menos, tres de los personajes que estarán tomando un papel importante en la historia, como lo es Jeremiah, Willie y el demandado Raymond Loewen (Bill Camp).

UNA MUESTRA DE LA REALIDAD

Con cierto realismo y hasta sentido del humor, el film presenta algunos de los aspectos que probablemente a un individuo le cueste admitir que tiene.

La importancia del dinero. ¿Por qué alguien acepta un trabajo? ¿Cuál es la unidad de medida para darle importancia a un caso? ¿En base a qué debe ser establecida la sanción para alguien considerado culpable? ¿Cómo es la forma correcta de dar una compensación por un daño intangible? El dinero estará presente en la respuesta de esas preguntas, aunque no necesariamente quiere decir de que todos tengamos las mismas respuestas.

Prejuicios. ¿Alguien está libre de ellos? Por mucho o por poco, son evidenciados en los personajes de la historia. Creo que el realismo está impregnado muy bien allí porque hasta los "buenos" de la historia tienen alguno. De igual forma, se muestra qué es lo más importante: si permitimos que nos dominen o estamos dispuestos a luchar con ellos.

Las estrategias de negocios. Son diferentes en muchas personas, pero no necesariamente quiere decir de que se usen siempre métodos éticos. Lamentablemente, algunos juegan a la inacción para generar caos, y de esta forma poder poner en aprietos a la contrapartida y tratar de obtener un mayor beneficio de lo acordado. Ésto sucede hasta con acuerdos pequeños, entre conocidos, y puede hasta cambiar de nombre cuando ya cobra magnitudes grandes.

Las conexiones y la confianza. A pesar de que dos individuos puedan parecer diametralmente opuestos, las conversaciones significativas pueden lograr revelar cosas que los hagan conectarse, crear un vínculo verdadera basado en, entre otras cosas, la confianza. Tener valores en común hace que puedan trabajar juntos en armonía, para sorpresa de hasta los amigos más antiguos.

La lucha para conservar las herencias familiares. La mayoría de las personas tienen un sentimiento de propiedad con las cosas que heredan de sus ancestros. Ese valor intangible hace de que traten de conservarlos cuando están en peligro valiéndose de estrategias diferentes. No obstante, ya sabemos de que no todos tenemos el don de manejar los números, o las relaciones personales, o la previsión o la prudencia. Así que, a pesar de tener las mejores intenciones, no nos sale bien, y sigue escapándose de nuestras manos. Aún así, siguen luchando.

DOS EXCELENTES PERSONAJES Y ACTUACIONES

Me gustó ver a Jamie Foxx en éste papel, y lo hacía ver muy natural. Hizo que los casi 120 minutos de historia pasaran muy rápido. A mi juicio, estuvo muy bien cuando el personaje tenía que lidiar con la frustración y el enojo, así como también al mostrar firmeza. Además, al mostrarse en el ámbito familiar no se vio forzado. Y es que es fácil imaginar que Willie Gary luciera de esa forma, un hombre que se desenvolvía en una sala de tribunal frente a personas que tenían sus propios prejuicios y ambiciones, a veces buscaría recurrir a los suyos propios para prevalecer.

Por otro lado, Tommy Lee Jones reflejaba un hombre más comedido, paternal y cariñoso que buscaba hacer sus últimas maniobras para poder asegurar parte del futuro de los suyos. Se notaba de que los número no eran lo suyo y que la familia era algo muy importante. A pesar de estar comedido en buena parte de la narración, creo que ejemplifica perfectamente cuando alguien que tiene poco poder sobre una situación mayúscula tiene que ponerse en manos de otra persona para que pueda tratar de sacarle las patas del barro. ¿Qué puede hacer? Esperar y mantener la calma mientras el otro trabaja.

MI OPINIÓN

Una película que no estará acaparando nominaciones en la temporada de premios, pero sí es una película para ver y recordar otras clásicas de éste género. Una historia coherente y sincera que nos hará sentirnos bien en dos horas.

¿La recomiendo? Sí. Me gusta la historia y las actuaciones. El humor que muestra también tomará por sorpresa en algunas partes y mostrará que a veces es bueno para bajar la presión en situaciones de presión. Fue atinado el recurso de las tomas bien cerradas y mostradas por apenas un par de segundos para revelar detalles que sacan a flote la desigualdad de cultural y de clases entre las partes implicadas. La utilización de los estereotipos en las personas fue bien manejada. Además, el vestuario de Willie es un espectáculo. Si yo me pusiera algunos de esos trajes parecería un payaso, pero sobre Foxx, es una electrizante elegancia.

Y llegamos a la parte donde doy mi opinión: el top 3 de frases. Están aquí por ser bien diseñadas, que te hacen pensar, que recuerdas al pasar el tiempo, bien sea por ser autenticas, veraces, profundas, originales, controversiales, viles mentiras o porque son clave para entender la película. Aquí están... ¡PUM!

"Mis clientes son los muertos" (Raymond Loewen)

"¿Crees que los 75 años es una buena edad para empezar?" (Annette O'Keefe)

"Litigar es ir a la guerra" (Willie Gary)