Still Alice | reviews and impressions of a film to remember [en/es]

Sometimes we feel distant from certain situations in life until they somehow touch us in a close, personal or familiar way. Paradoxically, when this happens, we are so affected that we assume that no one else in the world is suffering something similar; however, it is well known that our problems are gigantic from our own perspective, but compared to the suffering of others, they seem to diminish themselves. Sometimes, knowing that other people are in similar situations allows us to empathize effectively, to show solidarity, and even, in some way, to alleviate our own emotional burdens.

Recently, the actor Chris Hemsworth, the man who made me love Thor, announced that he has a strong genetic predisposition to suffer from Alzheimer's, reason why he has decided to rethink his priorities to dedicate himself to live to the fullest before his memories can be erased from his memory. His wife, in a beautiful gesture of love and immense solidarity, made herself up and disguised herself as an old woman, so that he could, as long as possible, remember her, because perhaps in the future he will not even recognize her.

In a similar case, and not precisely associated to Alzheimer's, but to that progressive deterioration that deteriorates the quality of life of the person, the singer Céline Dion announced that she suffers from a neurodegenerative disease called Syndrome of the Stiff Person (SPR), a rare disease that besides being incurable, only affects 1 in a million people as she herself announced in an emotional statement, a situation that has also led her to retire from the stage to focus on her health, and to live. Another case to mention, among many, is that of actress Christina Applegate, who was diagnosed with Multiple Sclerosis, as I mentioned in my review of the last season of the series Dead to Me, in which she stars.

I mention the above only to denote that no matter how hard it may be, whatever it may be, that we are going through at certain moments, in the whole world, and even very close to us, there are people carrying burdens that may be much heavier. I do not mean by this that no one should underestimate the level of suffering or pain of others, but it is good to know that perhaps the greatest of our woes is just the least of all.

Muchas veces nos sentimos ajenos a determinadas situaciones de la vida hasta que de alguna manera nos tocan de forma cercana, personal o familiar. Paradójicamente, cuando eso ocurre, nos vemos tan afectados, que suponemos que nadie más en el mundo atraviesa algo similar; sin embargo, es bien sabido que nuestros problemas son gigantes desde nuestra propia perspectiva, pero que, comparados con el padecimiento de otros, parecieran disminuirse a sí mismos. En ocasiones, saber que otras personas están atravesando situaciones similares nos permite empatizar efectivamente, solidarizarnos, e incluso, de alguna manera alivianar nuestras propias cargas emocionales.

Recientemente, el actor Chris Hemsworth, el hombre que me ha hecho amar a Thor, anunció que tiene una fuerte predisposición genética a padecer Alzheimer, razón por la cual ha decidido replantear sus prioridades para dedicarse a vivir a plenitud antes de que sus recuerdos pueden ser borrados de su memoria. Su esposa, en un hermoso gesto de amor y de inmensa solidaridad, se maquilló y disfrazó de anciana, para que él pudiese, mientras sea posible, conservar ese recuerdo, pues tal vez en el futuro él ni siquiera la reconozca.

En un caso similar, y no precisamente asociado al Alzheimer, pero si a ese deterioro progresivo que desmejora la calidad de vida de la persona, la cantante Céline Dion dio a conocer que padece una enfermedad neurodegenerativa denominada Síndrome de la Persona Rígida (SPR), una rara enfermedad que además de ser incurable, solo afecta a 1 de cada millón de personas como ella misma lo anunció en un emotivo comunicado, situación que la ha llevado de igual forma a retirarse de los escenarios para enfocarse en su salud, y en vivir. Otro caso que mencionar, entre muchísimos, es el de la actriz Christina Applegate, quien fue diagnosticada con Esclerosis Múltiple, tal y como lo comenté en la reseña que le hice a la última temporada de la serie Dead to Me, de la cual ella es protagonista.

Menciono lo anterior solo para denotar que por duro que sea, lo que sea, que estemos atravesando en determinados momentos, en el mundo entero, e incluso muy cerca de nosotros, existen personas sobrellevando cargas que tal vez sean mucho más pesadas. No quiero decir con esto que nadie deba subestimar el nivel del sufrimiento o del dolor del otro, pero sí que es bueno saber, que quizá, el mayor de nuestros males sea apenas el menor de todos.

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You will say: OK, but what about the review?

Well, I decided to start this review by bringing up real facts and public knowledge, to evoke emotionality in each reader, but not only through the cases already mentioned, but also through the story of Alice Howland in the movie Still Alice, which brilliantly starred the actress Julianne Moore in 2014, accompanied by a talented cast among which stand out the actor Alec Baldwin, and the actress, Kristen Stewart.

I had already seen Still Alice a few years ago, in fact, I think I have seen it several times; however, although I always found it to be a very moving film, it is only now that I have really connected with the story. To quickly put you in context, Still Alice tells the story of Alice, an outstanding linguistics PhD, university professor, who, at the age of 50, begins to experience episodes of disorientation, forgets phrases or basic things of everyday life, and signs of cognitive impairment associated with Alzheimer's disease begin to become evident in her.

Ustedes dirán: ajá, ¿y qué pasó con la reseña?...

Pues bien, decidí iniciar esta reseña trayendo a colación hechos reales y de conocimiento público, para evocar así, la emocionalidad en cada lector, pero no solo a través de los casos ya mencionados, sino también a través de la historia de Alice Howland en la película Siempre Alice, que protagonizó brillantemente la actriz Julianne Moore en 2014, en compañía de un talentoso elenco entre los que destacan el actor Alec Baldwin, y la actriz, Kristen Stewart.

Ya había visto Siempre Alice hace unos años atrás, de hecho, creo haberla visto varias veces; no obstante, y a pesar de que siempre me pareció una película muy emotiva, ha sido hasta ahora que he conectado verdaderamente con la historia. Para ponerlos rápidamente en contexto, Siempre Alice cuenta la historia de Alice, una destacada Dra. de Lingüística, profesora universitaria, que, con apenas 50 años, comienza a experimentar episodios de desorientación, olvida frases o cosas básicas de la vida cotidiana, y así de poco se empiezan a evidenciar en ella signos de deterioro cognitivo asociados a la enfermedad de Alzheimer.

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Taking a quick walk back in time, a few decades ago, 50 years old was a very old age. Today, a person of that age is an active adult from every point of view, occupationally, professionally, physically and intellectually, so the thought of being diagnosed with cognitive impairment due to neurological degeneration would sound unlikely; however, although rare, it is possible. In fact, in the film, Alice is diagnosed with Alzheimer's at an early age.

I suppose that a similar diagnosis would be given to Chris Hemsworth, who is only 39 years old. Obviously I am not a doctor, so I have no idea of the origin of his genetic predisposition, but it did catch my attention that in the movie the gene for familial Alzheimer's is mentioned, which I understand is more determinant in the presence of early symptoms of the disease.

I do not know to what extent one thing goes hand in hand with the other, but a few months ago I read a study conducted by the University of Oxford that warned about the decrease of gray matter in PostCovid patients, and even other studies have stated that Covid can trigger neurological deterioration in some patients. So, from my absolute ignorance on the subject, I could infer that to those other causes that were already infrequent in the development of neurodegenerative diseases, perhaps now this new cause is added.

Haciendo un paseo rápido al pasado, hace unas décadas atrás, 50 años era una edad muy avanzada. Hoy en día, una persona de esa edad es un adulto activo desde todo punto de vista, laboral, profesional, física e intelectualmente, de manera que pensar en recibir un diagnóstico que suponga un deterioro cognitivo producto de una degeneración neurológica sonaría poco probable; sin embargo, aunque poco frecuente, si es posible. De hecho, en la película, Alice es diagnosticada con Alzheimer en edad temprana.

Supongo que un diagnóstico similar le sería dado a Chris Hemsworth, que apenas tiene 39 años. Obviamente yo no soy médico, por tanto, no tengo idea del origen de su predisposición genética, pero si me llamó la atención que en la película se menciona el gen del Alzheimer familiar, que según entiendo es más determinante en la presencia de síntomas tempranos de la enfermedad.

No sé hasta qué punto una cosa vaya de la mano con otra, pero hace algunos meses leí un estudio realizado por la universidad de Oxford que advertía acerca de la disminución de la materia gris en pacientes PostCovid, e incluso, otros estudios han afirmado que el Covid puede desencadenar deterioro neurológico en algunos pacientes. Por lo que, desde mi ignorancia absoluta en el tema, podría inferir, que a esas otras causas que ya eran poco frecuentes en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, quizá ahora se sume esta nueva causa.

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Well, after the voluntary digression, and returning to the context of Still Alice, the film is a portrait as painful as it is realistic of what this disease entails, and how it impacts the life of the patient and his family. The story, emotional and heartbreaking for all that it contemplates, invites us to reflect on the value of life, of moments, of memories, of memory itself; even, of what this loss represents for our identity and to carry out interpersonal relationships with colleagues, friends and / or family.

The film shows how devastating, desperate, painful and sad it is to suffer from Alzheimer's, not only for the person suffering from the disease, who obviously carries the hardest and heaviest burden, but also for their closest loved ones, who witness the progressive deterioration of the person they love. However, as painful as it may be, the film highlights the importance of family support in those difficult moments. In Alice's case, that support was decisive in learning to live with the disease, to accept it and face it with dignity.

Something that impressed me a lot about Alice's story is that she was absolutely aware of what was to come, she prepared herself for it, and although at times she considered quicker ways out, she learned not to fight against the disease, but tried to learn to live with it in the best possible way, devising mechanisms to help her keep the memories that would keep her connected with her closest affections. Clearly it must not be easy, first having to assimilate the disease and its repercussions, then having to tell the family, trying not to affect them too much, even more so because it is a matter that derives from genetic causes that could have implications for her descendants. From any point of view, it is quite a complex situation.

Bien, tras el inciso voluntario, y retomando el contexto de Siempre Alice, la película es un retrato tan doloroso como realista de lo que supone esa enfermedad, y de cómo esta impacta la vida del paciente y la de su familia. La historia, emotiva y desgarradora por todo lo que contempla, nos invita a reflexionar sobre el valor de la vida, de los momentos, de los recuerdos, de la propia memoria; incluso, de lo que representa esa pérdida para nuestra identidad y para llevar a cabo relaciones interpersonales con compañeros, amigos y/o familiares.

La película deja ver lo devastador, desesperante, doloroso y triste, que es sufrir Alzheimer, no solo para quien padece la enfermedad, que obviamente es quien lleva la carga más dura y pesada, sino también para sus seres queridos más cercanos, que son testigos del deterioro progresivo de la persona que aman. Sin embargo, por doloroso que resulte, la película destaca la importancia del apoyo familiar en esos difíciles momentos. En el caso de Alice, ese apoyo fue determinante para aprender a vivir con la enfermedad, para aceptarla y afrontarla con dignidad.

Algo que me impactó mucho de la historia de Alice, es que ella estando absolutamente consciente de lo que vendría, se preparó para ello, y aunque en momentos consideró salidas más rápidas, aprendió a no luchar contra la enfermedad, sino que procuró aprender a vivir con ella de la mejor manera posible, ideando mecanismos que la ayudasen a conservar los recuerdos que la mantuvieran conectada con sus afectos más cercanos. Claramente no ha de ser fácil, primero tener que asimilar la enfermedad y sus repercusiones, luego tener que decírselo a la familia intentando no afectarlos demasiado, más aún por el hecho de tratarse de un tema que se deriva de causas genéticas que podrían tener implicaciones en sus descendientes. Desde cualquier punto de vista, es una situación bastante compleja.

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Well, just to finish, because I could go on writing and writing about it, because right now it is a very sensitive subject for me. Still Alice, is a film with an emotional message of luxury, it is a very touching story, but, above all, very reflective about the meaning and value we give to life, the value that each moment deserves, the importance of building moments that are truly lasting in memory ... in short, to live and to be grateful for the gift of being alive, beyond any circumstance.

Finally, in case all of the above doesn't make it clear that this is a beautiful, wonderful film worth enjoying, then I will give some additional arguments so that there is no room for doubt. First, it is worth mentioning that Still Alice is an adaptation of Lisa Genova's novel, "Still Alice", which went on to become a best-seller. And secondly, but just as remarkable, is that Julianne Moore's impeccable on-screen performance merited her, among many other awards, a BAFTA, a Golden Globe, and an Academy Award for Best Actress. If you want to know why so many awards, then you already have another good reason to see this film.

Bueno, ya para ir finalizando, porque bien podría seguir escribiendo y escribiendo al respecto, pues ahora mismo es un tema que me sensibiliza mucho. Siempre Alice, es una película con un mensaje emocional de lujo, es una historia muy conmovedora, pero, sobre todo, muy reflexiva en cuanto al significado y valor que le damos a la vida, al valor que merece cada instante, a la importancia de construir momentos que sean verdaderamente perdurables en la memoria…en fin, a vivir y a agradecer por el regalo de estar vivos, más allá de cualquier circunstancia.

Finalmente, por si todo lo anterior no deja claro que esta es una película hermosa, maravillosa y digna de disfrutar, entonces daré algunos argumentos adicionales para que no haya lugar a dudas. En primer lugar, vale mencionar que Siempre Alice es una adaptación de la novela de Lisa Genova, “Still Alice”, que llegó a convertirse en un best-seller. Y en segundo lugar, pero igual de destacable, es que la impecable actuación en pantalla de Julianne Moore la hizo merecedora, entre muchos otros premios, de un BAFTA, un Globo de Oro, y de un Oscar de la academia, como mejor actriz. Si quieren saber el por qué de tantas premiaciones, entonces ya tienen otra buena razón para ver esta película.

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I will say goodbye with a phrase that I believe is anonymous, credits to its author, whoever he or she may be: "Alzheimer's is a disease that robs us of our memory, but does not rob us of our love".

Me despido con una frase que creo es anónima, créditos a su autor, quien quiera que éste sea: «El Alzheimer es una enfermedad que nos roba la memoria, pero no nos roba el amor».

Still Alice (2014)
Directed by Richard Glatzer and Wash Westmoreland