Pray & Obey: la orden del profeta para llegar al cielo / Pray & Obey: the prophet's command to reach heaven

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A veces, el demonio se viste de fe, y muchas personas inocentes - o no - deciden seguir sus pasos...

En la serie de Netflix llamada " Keep Sweet: Pray and Obey" presentan una de esas muchas historias en las que una comunidad es llevada por una senda que buscaba que todos siguieran el mandato de un profeta de dudosa reputación.

Con la idea de ganarse el cielo si eran obedientes, muchas parejas jóvenes decidieron seguir al pastor, quien tenía la intención de hacer una comunidad cerrada en la cual se permitía la poligamia, siendo él, el principal tomador de esposas, valiéndose de su rango dentro del grupo.

Algunas de las mujeres que fueron valientes de salirse del sistema, relatan sobre las acciones fuera de ley que se llevaban a cabo primero por el patriarca (Rulon Jeff), y luego con el heredero, quien se autodenominó como la resurrección de su padre, pues una de las promesas era que el profeta nunca moriría.

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Tras su deceso, Warren Jeff, uno de los tantos hijos del patriarca, asumió no solo las riendas de la comunidad, sino también tomó algunas de la esposas más jóvenes de su padre, además de algunas nuevas, muchas de ellas menores de edad, pues él se justificaba en que su dios le mandaba la orden de tomarlas.

Durante todo el documental, nos van llevando por la historia de esta ala fundamentalista de la Iglesia de los Santos de los Últimos días, conocidos también con el nombre de mormones, quienes se manejan en una estructura cerrada, y adoptaron una cultura similar a la de las colonias de Amish en lo que respecta a la vestimenta y peinados, sobre todo en las mujeres.

La máxima del profeta y de su sucesor, tiene que ver con la obediencia a ciegas y la sumisión de parte de las mujeres, quienes eran obligadas a vestir con colores rosa y celeste, vestidos largos hechos con un mismo estilo, además de usar el cabello largo, trenzado acorde con patrones dados directamente de la mano del jefe de la comunidad.

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Pero más allá de ese parapeto, el trasfondo de todo esto era suprimir las sospechas de un entramado que buscaba la trata de mujeres, y la perversión de darle a los hombres de la comunidad niñas en matrimonio, que apenas se empezaban a desarrollar, a quienes manejaban a través de una educación segmentada, en la que solo se conocía lo que a los que tenían los altos rangos les convenía.

Un punto álgido de esta serie documental, son las palabras de algunas de las mujeres, que cuentan en primera persona lo que tuvieron que vivir: matrimonios incestuosos, violaciones, embarazos fallidos, falta de empatía, pero sobre todo la doble moral que manejaban, pues una de ellas relata el cómo el patriarca las reunía para guiarlas en sesiones de autocomplacencia entre ellas y en solitario, pero frente a él.

Mantenerse dulces y obedecer, era el camino al cielo que él ofrecía, pero en realidad era la manera de mantener una manada de fieles, que trabajaban en pro de enriquecer las arcas del profeta, quien para burlar las investigaciones del gobierno nacional, compraba lotes de terreno lejanos de la ciudad para establecer su comuna sin levantar sospechas.

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Y mientras la mayoría veía al mundo por una rendija angosta, el profeta gozaba de privilegios que los demás ni siquiera eran capaces de imaginar. Fue la valentía de una de las mujeres que siempre puso resistencia, la puerta de entrada para conocer al monstruo desde adentro, generando una investigación sobre esta comuna ubicada en Arizona.

En meses previos, por orden del patriarca, se habían llevado de sus familias, a todas las niñas de la comuna, para una ubicación aparte, con el fin de adoctrinarlas y formarlas para ser las futuras esposas de los hombres de la secta, pero al empezar las averiguaciones, todas esas niñas fueron rescatadas, siendo una sorpresa el número de menores retenidas en ese espacio.

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Una historia de cómo en nombre de la religión muchas personas fueron manipuladas, cambiando su futuro y generando fantasmas que todavía rondan en las mentes de quienes salieron del círculo, pues a pesar de la aprehensión de Warren Jeff, quien paga su condena en prisión, todavía existen células creyentes que viven bajo las doctrinas de este "profeta", quedando la duda de si eran solo ellos, o también hay otros núcleos en los que la pesadilla puede que siga sucediendo.

Sometimes, the devil dresses up as faith, and many innocent people—or not—decide to follow in his footsteps...

The Netflix series Keep Sweet: Pray and Obey presents one of those many stories in which a community is led down a path that sought to have everyone follow the command of a prophet of dubious reputation.

With the idea of earning their place in heaven if they were obedient, many young couples decided to follow the pastor, who intended to create a closed community in which polygamy was allowed, with him as the main wife-taker, taking advantage of his rank within the group.

Some of the women who were brave enough to leave the system recount the unlawful actions carried out first by the patriarch (Rulon Jeff) and then by his heir, who called himself the resurrection of his father, as one of the promises was that the prophet would never die.

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After his death, Warren Jeff, one of the patriarch's many sons, not only took over the reins of the community, but also took some of his father's younger wives, as well as some new ones, many of them minors, justifying this by saying that his god had commanded him to take them.

Throughout the documentary, we are taken through the history of this fundamentalist wing of the Church of Latter-day Saints, also known as Mormons, who operate within a closed structure and have adopted a culture similar to that of the Amish colonies in terms of clothing and hairstyles, especially for women.

The maxim of the prophet and his successor has to do with blind obedience and submission on the part of women, who were forced to wear pink and light blue, long dresses made in the same style, as well as long hair, braided according to patterns given directly by the community leader.

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But beyond this facade, the underlying motive for all this was to suppress suspicions of a network involved in trafficking women and the perversion of giving girls in the community, who were just beginning to develop, to men in marriage. These girls were controlled through a segmented education system, in which they were only taught what was convenient for those in high positions.

A highlight of this documentary series are the words of some of the women, who recount in first person what they had to endure: incestuous marriages, rape, failed pregnancies, lack of empathy, but above all the double standards they were subjected to, as one of them recounts how the patriarch would gather them together to guide them in sessions of self-gratification, both with each other and alone, but in front of him.

Staying sweet and obedient was the path to heaven that he offered, but in reality it was a way to maintain a flock of faithful followers who worked to enrich the prophet's coffers. To evade national government investigations, he bought plots of land far from the city to establish his commune without arousing suspicion.

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And while most saw the world through a narrow slit, the prophet enjoyed privileges that others could not even imagine. It was the courage of one of the women who always resisted that opened the door to knowing the monster from within, leading to an investigation into this commune located in Arizona.

In previous months, on the orders of the patriarch, all the girls in the commune had been taken from their families to a separate location in order to indoctrinate and train them to be the future wives of the men in the sect. However, when the investigation began, all these girls were rescued, and the number of minors held in that space came as a surprise.

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A story of how, in the name of religion, many people were manipulated, changing their future and creating ghosts that still haunt the minds of those who left the circle. because despite the arrest of Warren Jeffs, who is serving his sentence in prison, there are still cells of believers who live under the doctrines of this “prophet,” leaving the question of whether it was only them, or if there are other groups where the nightmare may still be happening.


Foto/Photo by: @mamaemigrante

Banner de portada: Cortesía de @palabras1

Edición/Edited by @mamaemigrante using canva

Translated and formatted with Deepl

Posted Using INLEO



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3 comments
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Una denuncia muy necesaria. No es la única religión donde suceden abusos y atrocidades.
Mormones, Testigos, Católicos y Evangélicos, por nombrar a los más cercanos culturalmente, están acusados de abusos y atrocidades, pero con frecuencia las víctimas protegen a sus depredadores.

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Al final de la serie, una de las chicas dice que su madre todavía pertenece a la comuna, prefiriendo las leyes del profeta (encarcelado de por vida) a su propia familia.
Son mentes débiles que necesitan de un guía, así el sentido común te haga pensar otra cosa.