🎬 "Materialists" |CrÃtica de Marabuzal (ESP-ENG-PT)
Puede que haya una pelÃcula tonta pero creo que a donde llegó Materialists pocas van a llegar. Al menos con pretensiones artÃsticas. No me cabe ninguna duda. Qué guión predecible, por Dios. Solo Dakota por la genialidad de su personalidad, atrae. Pero no hay un diálogo relevante, no hay una escena memorable ni siquiera la música es atractiva. Esto es lo que yo le llamarÃa botar el dinero... Qué predecible todo.
La decepción que produce Materialists, la segunda pelÃcula de la aclamada Celine Song tras el éxito de Vidas pasadas, es tan palpable como la frÃa sofisticación de los apartamentos de Nueva York donde se desarrolla. Si bien la crÃtica especializada se ha dividido, con algunos elogiando su inteligencia para diseccionar el amor moderno y el capitalismo emocional, para el espectador que busca algo más allá de una premisa trillada, el resultado es frustrante.
La pelÃcula, vendida como una "comedia dramática romántica" y protagonizada por un trÃo estelar (Dakota Johnson, Chris Evans y Pedro Pascal), se queda atrapada en una zona tibia y autoindulgente. Es un ejercicio de estilo que, irónicamente, carece de sustancia duradera.
El argumento central, un triángulo amoroso ambientado en el elitista mundo de las citas de lujo en Nueva York, es la base de su fatal previsibilidad. Lucy Mason (Dakota Johnson), una cÃnica y exitosa casamentera, se debate entre dos hombres que representan arquetipos demasiado obvios para ser interesantes: el multimillonario encantador y estable (Harry, interpretado por Pedro Pascal) y el exnovio actor, emocionalmente caótico pero magnético (John, con Chris Evans).
La cinta plantea la eterna pregunta de si se debe elegir la comodidad material o la pasión auténtica, un dilema que, a estas alturas, se siente más como un deber de guión que como una exploración genuina de la condición humana. A pesar de los intentos de la directora por subvertir la comedia romántica tradicional, el camino de Lucy hacia su inevitable decisión final se telegrafÃa desde los primeros minutos.
El mayor lastre de Materialists no es la falta de ambición, sino la esterilidad de su ejecución. Se percibe una búsqueda constante de diálogos ingeniosos y observaciones incisivas sobre el estado de las relaciones modernas y el "materialismo" del tÃtulo, pero estos se diluyen en intercambios planos y a menudo forzados.
La supuesta crÃtica al capitalismo emocional o la mirada de "pelÃcula espejo" a la sociedad, como algunos la han calificado, se siente superficial porque los personajes carecen de la profundidad necesaria para anclar estos temas. Nos encontramos con una serie de figuras que parecen más bien peones para ilustrar una tesis, en lugar de seres vivos con contradicciones genuinas. Los conflictos se resuelven o se evitan mediante giros dramáticos que se sienten más impuestos que orgánicos.
En el aspecto visual, la pelÃcula es innegablemente pulcra, con una cinematografÃa elegante que captura la estética minimalista y lujosa del Upper East Side neoyorquino. El vestuario y la puesta en escena cumplen su función de lenguaje estético, utilizando la moda para definir a los personajes. Sin embargo, este exceso de estilo no logra compensar el vacÃo emocional.
Las interacciones entre Dakota Johnson y sus coestrellas, a pesar de la quÃmica innegable de Johnson como actriz principal, a menudo se sienten carentes de la chispa o la tensión que un drama de este calibre requerirÃa. La narrativa se apoya demasiado en la genialidad magnética de Dakota Johnson, cuyo personaje, Lucy, es quizás el único elemento verdaderamente atractivo, pero incluso su cinismo se vuelve tedioso sin un contrapunto dramático fuerte.
Incluso los elementos técnicos que deberÃan sostener la atmósfera fallan. El soundtrack, a pesar de incluir artistas como Cat Power y The Velvet Underground, pasa desapercibido, careciendo de un tema memorable o de una canción que subraye con acierto el tono agridulce que persigue la cinta. Materialists es, en última instancia, una pelÃcula que prometÃa la profundidad de Vidas pasadas con la ligereza de una comedia romántica, pero que termina naufragando en una indefinición pretenciosa.
Es un intento fallido de deconstrucción del género que malgasta talento y recursos en una historia tan predecible como olvidable. Es, sin duda, un claro ejemplo de botar el dinero en pos de una supuesta "alta cultura" que se queda corta en lo más fundamental: contar una historia que se sienta relevante y memorable.
ENGLISH

It may be a silly movie, but I think few films will reach the point Materialists did. At least not with artistic pretensions. I have no doubt about it. What a predictable script, my God. Only Dakota, with the brilliance of her personality, manages to attract. But there is no relevant dialogue, no memorable scene, not even the music is appealing. This is what I would call throwing money away... How predictable everything is.
The disappointment produced by Materialists, the second film from the acclaimed Celine Song after the success of Past Lives, is as palpable as the cold sophistication of the New York apartments where it unfolds. Although critics have been divided, with some praising its intelligence in dissecting modern love and emotional capitalism, for the viewer seeking something beyond a tired premise, the result is frustrating. The film, marketed as a "dramatic romantic comedy" and starring a stellar trio (Dakota Johnson, Chris Evans, and Pedro Pascal), gets stuck in a lukewarm, self-indulgent zone. It is an exercise in style that, ironically, lacks lasting substance.
The central plot, a love triangle set in the elite world of luxury dating in New York, is the foundation of its fatal predictability. Lucy Mason (Dakota Johnson), a cynical and successful matchmaker, is torn between two men who represent archetypes too obvious to be interesting: the charming and stable millionaire (Harry, played by Pedro Pascal) and the emotionally chaotic but magnetic ex-boyfriend actor (John, played by Chris Evans). The film poses the eternal question of whether to choose material comfort or authentic passion, a dilemma that, at this point, feels more like a script requirement than a genuine exploration of the human condition. Despite the director's attempts to subvert the traditional romantic comedy, Lucy's path to her inevitable final decision is telegraphed from the very first minutes.
The biggest drawback of Materialists is not a lack of ambition, but the sterility of its execution. There is a constant search for witty dialogues and insightful observations about the state of modern relationships and the "materialism" of the title, but these are diluted in flat and often forced exchanges. The supposed critique of emotional capitalism or the "mirror film" reflection of society, as some have called it, feels superficial because the characters lack the necessary depth to ground these themes. We are presented with a series of figures who seem more like pawns to illustrate a thesis, rather than living beings with genuine contradictions. Conflicts are resolved or avoided through dramatic twists that feel more imposed than organic.
Visually, the film is undeniably neat, with elegant cinematography that captures the minimalist and luxurious aesthetic of the New York Upper East Side. The costumes and staging fulfill their function as aesthetic language, as some critics point out, using fashion to define the characters. However, this excess of style fails to compensate for the emotional void. The interactions between Dakota Johnson and her co-stars, despite Johnson's undeniable magnetic quality as the lead actress, often feel devoid of the spark or tension that a drama of this caliber would require. The narrative leans too heavily on Dakota Johnson's brilliant allure, whose character, Lucy, is perhaps the only truly attractive element, but even her cynicism becomes tedious without a strong dramatic counterpoint.
Even the technical elements that should sustain the atmosphere fall short. The soundtrack, despite including artists like Cat Power and The Velvet Underground, goes unnoticed, lacking a memorable theme or a song that accurately underscores the bittersweet tone the film pursues. Materialists is, ultimately, a film that promised the depth of Past Lives with the lightness of a romantic comedy, but ends up shipwrecked in pretentious vagueness. It is a failed attempt at deconstruction of the genre that wastes talent and resources on a story as predictable as it is forgettable. It is, without a doubt, a clear example of throwing money away in pursuit of a supposed "high culture" that falls short on the most fundamental thing: telling a story that feels relevant and memorable.
PORTUGUÊS

Pode até ser um filme bobo, mas eu acho que poucas obras vão chegar onde Materialists chegou. Pelo menos com pretensões artÃsticas. Não me resta nenhuma dúvida. Que roteiro previsÃvel, meu Deus. Apenas Dakota, pela genialidade de sua personalidade, atrai. Mas não há um diálogo relevante, não há uma cena memorável, e nem mesmo a música é atraente. Isso é o que eu chamaria de jogar dinheiro fora... Que previsÃvel tudo.
A decepção causada por Materialists, o segundo filme da aclamada Celine Song após o sucesso de Vidas Passadas, é tão palpável quanto a fria sofisticação dos apartamentos de Nova York onde se desenrola. Embora a crÃtica especializada tenha se dividido, com alguns elogiando sua inteligência para dissecar o amor moderno e o capitalismo emocional, para o espectador que busca algo além de uma premissa batida, o resultado é frustrante. O filme, vendido como uma "comédia dramática romântica" e estrelado por um trio de luxo (Dakota Johnson, Chris Evans e Pedro Pascal), fica preso em uma zona morna e autoindulgente. É um exercÃcio de estilo que, ironicamente, carece de substância duradoura.
O argumento central, um triângulo amoroso ambientado no mundo de elite dos encontros de luxo em Nova York, é a base de sua previsibilidade fatal. Lucy Mason (Dakota Johnson), uma matchmaker cÃnica e bem-sucedida, se debate entre dois homens que representam arquétipos óbvios demais para serem interessantes: o milionário charmoso e estável (Harry, interpretado por Pedro Pascal) e o ex-namorado ator, emocionalmente caótico, mas magnético (John, com Chris Evans). A fita propõe a eterna pergunta sobre se é preciso escolher o conforto material ou a paixão autêntica, um dilema que, a esta altura, parece mais um dever de roteiro do que uma exploração genuÃna da condição humana.
Apesar das tentativas da diretora de subverter a comédia romântica tradicional, o caminho de Lucy para sua inevitável decisão final é telegrafado desde os primeiros minutos.
O maior peso morto de Materialists não é a falta de ambição, mas a esterilidade de sua execução. Percebe-se uma busca constante por diálogos engenhosos e observações incisivas sobre o estado dos relacionamentos modernos e o "materialismo" do tÃtulo, mas estes se diluem em intercâmbios superficiais e muitas vezes forçados. A suposta crÃtica ao capitalismo emocional ou o olhar de "filme espelho" sobre a sociedade, como alguns a classificaram, soa superficial porque os personagens carecem da profundidade necessária para ancorar esses temas.
Encontramos uma série de figuras que parecem mais peões para ilustrar uma tese do que seres vivos com contradições genuÃnas. Os conflitos são resolvidos ou evitados por meio de reviravoltas dramáticas que parecem mais impostas do que orgânicas.
No aspecto visual, o filme é inegavelmente limpo, com uma cinematografia elegante que capta a estética minimalista e luxuosa do Upper East Side nova-iorquino. O figurino e a encenação cumprem sua função de linguagem estética, como alguns crÃticos apontam, utilizando a moda para definir os personagens. No entanto, esse excesso de estilo não consegue compensar o vazio emocional. As interações entre Dakota Johnson e seus colegas de elenco, apesar da inegável quÃmica de Johnson como atriz principal, muitas vezes parecem desprovidas da faÃsca ou da tensão que um drama desse calibre exigiria. A narrativa apoia-se demais na genialidade magnética de Dakota Johnson, cuja personagem, Lucy, é talvez o único elemento verdadeiramente atraente, mas até mesmo seu cinismo se torna tedioso sem um forte contraponto dramático.
Até mesmo os elementos técnicos que deveriam sustentar a atmosfera falham. A trilha sonora, apesar de incluir artistas como Cat Power e The Velvet Underground, passa despercebida, carecendo de um tema memorável ou de uma canção que sublinhe com acerto o tom agridoce que a fita persegue. Materialists é, em última análise, um filme que prometia a profundidade de Vidas Passadas com a leveza de uma comédia romântica, mas que acaba naufragando em uma indefinição pretensiosa. É uma tentativa fracassada de desconstrução do gênero que desperdiça talento e recursos em uma história tão previsÃvel quanto esquecÃvel. É, sem dúvida, um claro exemplo de jogar dinheiro fora em prol de uma suposta "alta cultura" que fica aquém do mais fundamental: contar uma história que pareça relevante e memorável.
Traducciones al inglés y portugués en Google Translation

Consider following our trail on HIVEVOTE by clicking on the image below. We thank all our supporters.

To all of you artists out here at HIVE! If you ever are lost, please join Bokura No Digital World at our Discord chat.



Obrigado por promover a comunidade Hive-BR em suas postagens.
Vamos seguir fortalecendo a Hive
Congratulations @marabuzal! You have completed the following achievement on the Hive blockchain And have been rewarded with New badge(s)
Your next target is to reach 9000 upvotes.
You can view your badges on your board and compare yourself to others in the Ranking
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word
STOPCheck out our last posts: