Disenchantment (2018) review: The unexpected failure.

Although I've always considered myself a passionate fan of The Simpsons (and to a lesser extent Futurama), I have to admit that from the beginning I've had an internal struggle to fall in love with Matt Groening's most recent project: Disenchantment.

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On paper everything sounded excellent, it was an animated series that took Groening's classic humor and visual style (simple and poignant) and mixed it with a fairly solid medieval setting, the animation has been good from the beginning and its lore had several elements fascinating, generating enough potential for a passionate and fun story that would go on for at least a couple of years.

I've been following it ever since and despite the entertainment I've gotten from it, four seasons haven't been enough to really fall in love with it. What is the problem? Disenchantment has everything necessary to provide us with a quality experience, from an excellent cast plagued by figures of the stature of Eric Andre or John DiMaggio, to an organic adaptation to the animation style seen in Futurama or The Simpsons.

Despite the fact that Disenchantment has complex and interesting characters, considering its linear structure it constantly fails to make us feel involved in its conflicts. Comedic moments, while compelling on their own, also often exist to the detriment of their own protagonists, bending the rules of an interesting mythology in ways that aren't usually worth the overall narrative.

Our interest works as if it were a domino effect, where knocking down each previous piece is crucial to make the next one fall, as a consequence the last seasons suffer, considering how unattractive each plot point introduced from the beginning of the project was.

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If we observe everything with cynicism, it is evident that Disenchantment sought to surf the wave of other series such as Game Of Thrones, showing us a fantasy but brutal universe and exploiting its comedic potential, unfortunately, it fails to understand what made this one of the greatest series of the decades (Although its final seasons were a disaster) and ends up transferring something that lacks any kind of hook or incentive to keep us in the long term, beyond the desire not to leave another series halfway. Entertaining but mediocre.

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Aunque siempre me he considerado un fan apasionado de The Simpsons (Y en menor medida de Futurama), debo admitir que desde el principio he librado una lucha interna para encariñarme con el proyecto más reciente de Matt Groening: Disenchantment.

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En papel todo sonaba excelente, era una serie animada que tomaba el clásico humor y estilo visual de Groening (simple y punzante) y lo mezclaba con un setting medieval bastante sólido, la animación ha sido buena desde el principio y su lore contaba con varios elementos fascinantes, generando suficiente potencial para una historia apasionada y divertida que se alargara durante al menos un par de años.

La he seguido desde entonces y a pesar del entretenimiento obtenido con ella, cuatro temporadas no han sido suficientes para enamorarme realmente. ¿Cuál es el problema? Disenchantment cuenta con todo lo necesario para brindarnos una experiencia de calidad, desde un excelente cast plagado por figuras de la talla de Eric Andre o John DiMaggio, hasta una adaptación orgánica al estilo de animación visto en Futurama o The Simpsons.

A pesar de que Disenchantment cuenta con personajes complejos e interesantes, considerando su estructura tan lineal constantemente fracasa en hacernos sentir envueltos en sus conflictos. Los momentos comedicos, aunque resultan atractivos por si solos, también suelen existir en dretimento de sus propios protagonistas, doblando las reglas de una mitología interesante de formas en la que normalmente no vale la pena para la narrativa general.

Nuestro interés funciona como si se tratase de un efecto dominó, en dónde derribar cada pieza anterior es crucial para hacer que la siguiente caiga, como consecuencia las últimas temporadas sufren, considerando lo poco atractivo que resultaba cada plot point introducido desde el principio del proyecto.

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Si observamos todo con cinismo es evidente que Disenchantment buscaba surfear la ola de otras series como Game Of Thrones, mostrándonos un universo fantasioso pero brutal y explotando su potencial comedico, lamentablemente, fracasa en comprender que hizo de esta una de las series más grandiosas de las últimas décadas (Aunque sus temporadas finales fuesen un desastre) y termina trasladando algo que carece de cualquier tipo de gancho o incentivo para mantenernos a largo plazo, más allá de los afanes por no dejar otra serie más a medias. Entretenida pero mediocre.