Triste, solitario y final: una aproximación al relato detectivesco (1 de 2)

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Robert Mitchum en su juventud. Fuente

El próximo 1° de julio se cumplirán veintisiete años de la muerte del detective privado Philip Marlowe. Es decir, el próximo 1° de julio se cumplirán veintisiete años de la muerte del actor Robert Mitchum, a los 79 años, víctima de un enfisema pulmonar. Fue la más perfecta encarnación del desengañado, cínico y sentimental detective privado creado por el novelista Raymond Chandler.
Mitchum, Chandler y Marlowe tenían muchas cosas en común: la negativa a tomarse demasiado en serio, la afición por el wisky, el oculto sentimentalismo del hombre duro, la mirada desengañada sobre las miserias de la sociedad. Cuando Robert Mitchum fue deteniudo en 1948 por posesión de marihuana, dijo a la prensa: “Estoy feliz aquí. No creo que haya un hombre en mi pabellón que sea tan despiadado como algunas personas en Hollywood”. Una respuesta que hubiera aplaudido (si aplaudir fuera cosa de hombres) el detective Marlowe, quien más de una vez fue a dar con su humanidad a la cárcel, encontrando consuelo en la tranquilidad y silencio de las celdas.

Un detective muy especial


E.A.Poe, creador del relato detectivesco. Fuente

Se acepta que el relato detectivesco lo inventaron por igual el norteamericano Edgar Allan Poe, con sus cuentos “Los asesinatos de la calle Morgue” y “La carta robada”, y el británico Wilkie Collins, autor de las novelas “La dama de blanco” y “La piedra lunar”. En las ficciones de ambos autores, lo determinante es la figura de un detective aficionado que resuelve el enigma criminal mediante el solo poder de su inteligencia y dotes deductivas. La figura emblemática es la del señor Dupin, personaje de Poe, genio razonador y de sensibilidad extrema.
El modelo alcanzó amplia aceptación y difusión, y fue mejorado y desarrollado por otros escritores. Sin Arthur Conan Doyle crea a Sherlock Holmes, el más famoso en su género, descendiente directo de Dupin, aunque, a diferencia del primero, resuelve crímenes como manera de ganarse la vida. Es, pues, un detective privado en toda regla, invención de los tiempos modernos. Tanto Holmes como su contemporáneo el padre Brown, creado por Chesterton, dejan en ridículo a los “policías oficiales”, incapacitados de comprender las refinadas estrategias diseñadas por los criminales para confundir a sus perseguidores.
El duelo entre el detective y el criminal es un enfrentamiento entre iguales: los dos extremos de la soga son inteligentes, cultos, refinados y aristocráticos. Los crímenes son laberintos ajedrecísticos, torneos de ingenio.



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4 comments
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Hola, Rubi. Siempre es de mucho provecho leerte y, además, todo un gusto. Casualmente, ayer en la mañana hablábamos de Dupin. Con los muchachos siempre he tenido que empezar por Sherlock porque el curso es de literatura británica --además, sin duda, Holmes es el detective de ficción más famoso de todos los tiempos, al menos por ahora. Luego de ir atrás, al inicio con Poe, vamos a Murder on the Orient Express, para que conozcan al detective con el bigote más interesante del relato policial.

Nos vemos en la segunda parte.

Saludos.

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Hola, @marlyncabrera. Pronto -hoy o mañana- seguimos hablando de estos seres especiales, con bigotes o sin bigotes. Suerte que tienen tus alumnos de tenerte como profesora.