MOVIE REVIEW: “Coherence” (2013)

Synopsis: What was supposed to be a pleasant evening during a reunion for eight friends ends up becoming the worst collective experience they've ever had, and all of this can be explained by the passage of a comet past the planet, which can cause controversial changes in human behavior.

One of the things I love most about watching a movie is how much it can surprise me, and that's exactly what this project manages to do (which, by the way, does so intentionally, right from its very title... because this story can have absolutely everything, except coherence within its rather chaotic essence). In a genuine and intriguing way, the script peels back narrative layers, inviting the audience to pay attention to every detail of the plot, even the simplest (and seemingly trivial) details.

It all begins when a group of eight friends reunite over dinner. What was supposed to be another fun and enjoyable evening turns into something completely unexpected when the proximity of a celestial body (a comet) orbiting Earth becomes the focus of their attention, triggering unexplained behavior that will confront them with some previously unimaginable surprises. The narrative unfolds slowly, but gradually gains weight (and form) within a rhythm driven by paranoia.

The script's "narrative mountaineering" flirts with different ideas to explain the "quite psychedelic and astrophysical journey" that gradually builds into the plot. The dramatic bias is interesting, although it is not something that is very well-developed (being just a backdrop to try to “stretch” the pages of the script a little, which by the way... do not reach 85 minutes of movie), but fortunately the script has other aspects that maintain the viewer's interest in what is being developed, and the strongest of them is the climate of tension and lack of answers.

Just like the characters in this movie themselves, I think (at least initially) it's difficult for the audience to buy into what's happening. Everything is incredibly absurd, but at the same time, it's made believable by the historical and physical insertions mentioned within the script. Therefore, once everything starts to make sense, it's possible to have a better experience watching this movie unfold before our eyes, with situations that defy all logical explanations (and this is precisely where the project finds its greatest strength: provoking the audience).

The dinner begins to become truly chaotic as unexplained events become increasingly recurrent, bringing about situations that expose the characters to previously hidden realities. The suspense remains latent, and the psychological aspect gains more relevance whenever the plot relies on the expansion of parallel subplots (although this is used only as a device to accommodate all the characters within the same dense narrative). Immersed in the search for explanations, the characters are drawn into a claustrophobic plot.

Technically, the budget is very low, and ironically, this makes the visual aspect of the project much more interesting. The filming style creates a somewhat voyeuristic atmosphere, where the audience becomes a part of the movie, but without actually being part of it (although always on the lookout for events, acting as a third party, essential to creating a sense of immersion). The editing is raw (very sharp cuts, by the way), the soundtrack is minimalist, the photography is simple, and the set design is limited to a few settings.

The cast doesn't feature any well-known names, but it's very effective within the project's scope. The development of their respective characters isn't very well distributed, and the greatest weight falls on a single character, who ends up being the "key" to unraveling what's really going on. Between painful and very bitter truths tied to reflections of our daily lives, the plot makes a kind of “case study” about social relations, which is not bold enough to be more relevant (although in essence it is great and really quite thought-provoking).

Coherence is the kind of movie that uses an unusual plot device for the genre it represents, because using quantum physics to create an immersive narrative that blends drama and suspense is atypical. This uniqueness is explored by director James Ward Byrkit (who wrote the screenplay alongside Alex Manugian), and although there are many situations without further explanation, the movie truly piques viewers' curiosity because there's a frightening element of surprise involved, and it's related precisely to human behavior.

Sinopsis: Lo que se suponía que sería una velada agradable durante una reunión de ocho amigos termina convirtiéndose en la peor experiencia colectiva de su vida, y todo esto se explica por el paso de un cometa cerca del planeta, que puede causar cambios controvertidos en el comportamiento humano.

Una de las cosas que más me gusta de ver una película es lo mucho que puede sorprenderme, y eso es precisamente lo que este proyecto consigue (y, por cierto, lo hace intencionadamente, desde su mismo título... porque esta historia puede tener absolutamente todo, menos coherencia dentro de su esencia bastante caótica). De forma genuina e intrigante, el guion desvela las capas narrativas, invitando al público a prestar atención a cada detalle de la trama, incluso a los más simples (y aparentemente triviales).

Todo comienza cuando un grupo de ocho amigos se reúne para cenar. Lo que se suponía que sería una velada divertida y placentera se convierte en algo completamente inesperado cuando la proximidad de un cuerpo celeste (un cometa) orbitando la Tierra se convierte en el centro de su atención, desencadenando un comportamiento inexplicable que los enfrentará a sorpresas inimaginables. La narrativa se desarrolla lentamente, pero gradualmente gana peso (y forma) a un ritmo impulsado por la paranoia.

El "alpinismo narrativo" del guion coquetea con diferentes ideas para explicar el "viaje psicodélico y astrofísico" que se desarrolla gradualmente en la trama. El sesgo dramático es interesante, aunque no está muy bien desarrollado (siendo solo un telón de fondo para intentar "estirar" un poco las páginas del guion, que por cierto... no llegan a los 85 minutos de película), pero afortunadamente el guion tiene otros aspectos que mantienen el interés del espectador en lo que se está desarrollando, y el más fuerte de ellos es el clima de tensión y la falta de respuestas.

Al igual que los propios personajes de esta película, creo (al menos al principio) que al público le cuesta comprender lo que sucede. Todo es increíblemente absurdo, pero a la vez, resulta creíble gracias a las inserciones históricas y físicas mencionadas en el guion. Por lo tanto, una vez que todo empieza a tener sentido, es posible disfrutar de una mejor experiencia viendo cómo se desarrolla la película ante nuestros ojos, con situaciones que desafían toda explicación lógica (y es precisamente aquí donde el proyecto encuentra su mayor fortaleza: provocar al público).

La cena se vuelve verdaderamente caótica a medida que los sucesos inexplicables se vuelven cada vez más recurrentes, dando lugar a situaciones que exponen a los personajes a realidades previamente ocultas. El suspense permanece latente, y el aspecto psicológico cobra mayor relevancia cada vez que la trama se apoya en la expansión de subtramas paralelas (aunque esto se utiliza solo como un recurso para acomodar a todos los personajes dentro de la misma narrativa densa). Inmersos en la búsqueda de explicaciones, los personajes se ven arrastrados a una trama claustrofóbica.

Técnicamente, el presupuesto es muy bajo, lo que, irónicamente, hace que el aspecto visual del proyecto sea mucho más interesante. El estilo de rodaje crea una atmósfera algo voyerista, donde el público se convierte en parte de la película, pero sin serlo realmente (aunque siempre atento a los acontecimientos, actuando como un tercero, esencial para crear una sensación de inmersión). El montaje es crudo (cortes muy precisos, por cierto), la banda sonora es minimalista, la fotografía es sencilla y la escenografía se limita a unos pocos escenarios.

El reparto no incluye nombres conocidos, pero resulta muy efectivo dentro del alcance del proyecto. El desarrollo de sus respectivos personajes no está muy bien distribuido, y el mayor peso recae en un solo personaje, que termina siendo la "clave" para desentrañar lo que realmente está sucediendo. Entre verdades dolorosas y muy amargas ligadas a reflexiones de nuestra vida cotidiana, la trama constituye una especie de "caso de estudio" sobre las relaciones sociales, que no es lo suficientemente audaz como para ser más relevante (aunque en esencia es genial y realmente bastante provocador).

Coherence es el tipo de película que utiliza un recurso argumental inusual para el género que representa, ya que usar la física cuántica para crear una narrativa inmersiva que combina drama y suspenso es atípico. Esta singularidad es explorada por el director James Ward Byrkit (quien escribió el guion junto a Alex Manugian), y aunque hay muchas situaciones sin mayor explicación, la película realmente despierta la curiosidad del espectador porque implica un elemento de sorpresa aterrador, relacionado precisamente con el comportamiento humano.

Sinopse: O que era apenas para ser uma noite agradável durante um reencontro de oito amigos, acaba se tornando na pior experiência coletiva que eles já tiveram, e tudo isso pode ser explicado pela passagem de um cometa pelo planeta, que pode causar mudanças controversas nos comportamentos dos seres humanos.

Uma das coisas que eu mais gosto de sentir quando eu estou assistindo a um filme, é o quanto ele pode me surpreender e isso é exatamente o que este projeto consegue fazer (que por sinal, faz isso de maneira proposital desde o seu próprio título... porque essa história pode ter absolutamente tudo, menos uma coerência dentro de toda sua essência bastante caótica). De uma maneira genuína e intrigante, o roteiro vai descascando camadas narrativas que convidam o público a prestar atenção em todos os detalhes da trama, até mesmo naqueles detalhes mais simples (e aparentemente fúteis).

Tudo começa quando um grupo de oito amigos se reencontram durante um jantar, mas o que era para ser outra noite divertida e agradável, acaba se tornando em algo totalmente inesperado quando a proximidade de um corpo celestial (um cometa), que está na órbita do planeta Terra, se torna o foco da atenção deles, despertando comportamentos de tons inexplicáveis, e que vão colocá-los frente à frente com algumas surpresas antes nunca imaginadas. A narrativa se apresenta de um jeito lento, mas gradualmente vai ganhando peso (e forma) dentro de um ritmo pautado na paranoia.

O “alpinismo narrativo” no qual o roteiro se apoia, flerta com diferentes tipos de ideias para explicar a “viagem bastante psicodélica e astrofísica” que, pouco a pouco, vai construído à trama. O viés dramático é interessante, embora não seja algo tão bem aprofundado (sendo apenas um pano de fundo para tentar “esticar” um pouco as páginas do roteiro, que por sinal... não chegam a 85 minutos de filme), mas felizmente o roteiro tem outros aspectos que mantém o interesse do telespectador sobre o que está sendo desenvolvido, e o mais forte deles é o clima de tensão e ausência de respostas.

Assim como os próprios personagens deste filme, eu penso que (ao menos inicialmente) é difícil para o público comprar a ideia do que está acontecendo. Tudo é muito absurdo, mas ao mesmo tempo, se torna crível pelas inserções histórias e físicas que são mencionadas dentro do roteiro. Sendo assim, uma vez que tudo começa a fazer sentido, é possível ter uma melhor experiência ao assistir este filme acontecendo diante dos nossos olhos com situações que desafiam todos os aspectos de explicações lógicas (e é precisamente aqui que o projeto encontra à sua maior força: provocar o público).

O jantar começa a ficar realmente caótico à medida em que eventos inexplicáveis vão sendo cada vez mais recorrentes, trazendo situações que vão fazendo os personagens serem expostos a realidades até então escondidas. O suspense se mantém como algo latente, e o aspecto psicológico ganha mais relevância sempre que à trama aposta na expansão de subtramas paralelas (ainda que use isso apenas como um artifício para poder usar todos os personagens dentro dessa mesma narrativa densa). Imersos na busca por explicações, os personagens são tragados por uma trama claustrofóbica.

Tecnicamente, o orçamento é muito baixo, e ironicamente isso faz com que o aspecto visual do projeto seja muito mais interessante. O estilo da filmagem traz uma atmosfera um tanto quanto “voyeur”, onde o público fica sendo uma parte do filme, mas sem de fato estar dentro dele (mas sempre à espreita dos acontecimentos, atuando como uma terceira pessoa que é essencial para trazer a sensação de imersão dentro dos eventos). A edição de cenas é “crua” (cortes bem secos, por sinal), a trilha sonora é bem minimalista, a fotografia é simples e a cenografia é “restrita” a poucos cenários.

O elenco não traz nenhum nome muito conhecido, mas é muito eficiente dentro da proposta do projeto. A construção dos seus respectivos personagens não é muito bem distribuída, e o peso maior fica apenas com uma única personagem, que acaba sendo a “chave-metra” para desvendar o que realmente está acontecendo. Entre verdades dolorosas e bem amargas amarradas a reflexos do nosso cotidiano, a trama faz uma espécie de “estudo de caso” sobre relações sociais, que não é ousado o suficiente para ser mais relevante (embora à sua essência seja ótima e realmente bem provocante).

Coerência é o tipo de filme que faz uso de um argumento pouco comum para o gênero que representa, porque usar a física quântica para criar uma imersão narrativa que mistura drama e suspense é algo atípico. Toda essa peculiaridade é explorada pelo diretor James Ward Byrkit (que escreveu o roteiro ao lado de Alex Manugian), e ainda que haja muitas situações sem maiores explicações, o filme realmente desperta a curiosidade de quem o está assistindo porque há um elemento surpresa assustador no meio dessa equação, e ele está relacionado justamente ao comportamento humano.