MOVIE REVIEW: “Locked” (2025)

Synopsis: In a desperate search for money to get his van back and return to work as a delivery driver, a casual thief finds a "golden opportunity" when he comes across a "lost" luxury SUV in a parking lot. Eddie then decides to break into the vehicle, but what he didn't know is that he had walked into a trap.
At one point, the antagonist and protagonist debate fiercely about the lack of justice without morality. This philosophical (and argumentative) aspect guides the entire script of this movie, which is a remake of 4x4: Bienvenido a bordo (an Argentine action movie directed by Mariano Cohn and Gastón Duprat). However, it doesn't fully sustain itself within a slow-paced plot, with a development that brings nothing new. Beyond the well-known revenge with "behavioral makeup" to justify illegal acts as a way to take justice into one's own hands, this American version brings a dramatic tone to this remake, which at times manages to be effective in its suspense.

Getting straight to the point, the script here wastes no time in immersing the audience in its plot. Just a few minutes into the opening scenes (which are used exclusively to introduce the protagonist's financial hardships in his quest for money), we already begin to sense the claustrophobic atmosphere Eddie finds himself experiencing when he decides to break into an SVU that has apparently been "abandoned" in a parking lot in a poor area of some dangerous neighborhood. Once locked inside the vehicle, the suspense begins to build. However, everything that began so curiously and highly promising soon runs out of steam later on.
Compared to the Argentine version (which I haven't seen, but which clearly has a completely different approach, especially considering it's an action film), there are substantial changes made to the American version. The dramatic appeal here revolves around the figure of a father seeking better living conditions. Although this character is seen on the margins of society as a potential "outcast" (violations mentioned throughout the script), he is still seen as a protagonist for courageously confronting the real antagonist at times. However, both sides have motivations that make them average characters.

Eddie's protagonism is limited to his defiance inside the car, as he begins to realize he's being held hostage by William, the tormentor who keeps him trapped inside. On the other hand, William's antagonism only reaches the audience through his intimidating voice, which echoes through the vehicle's loudspeaker. Trapped inside the car, the characters clearly can't interact face-to-face, but the script doesn't make much of an effort to create a connection between Eddie's motivations and William's. There aren't any major surprises throughout the script, and while there are some good moments of suspense, they're very isolated and don't sustain themselves over longer periods of time.
The writers persistently attempt to create psychological clashes between the two characters through discussions involving morals and ethics, using the so-called "evolution" of society as a starting point to generate narrative conflicts that serve as the foundation of the story. In addition to philosophical overtones, the script also brings political dilemmas to the table, as well as making some references to pop culture through cinema, for example (one of the script's few positive aspects). All of this could have worked very well, but the plot lacks the strength to sustain all these elements, as everything is rather shallow.

The entire movie takes place practically inside a single car. Within this scenario (which seems more like a third character), the audience is "dragged" directly into the "private prison" that Eddie is living in. But everything that seems promising at the beginning (deprivation of space, food, water, and internet access... for example) becomes a problem because the motivations become too fragile and repetitive within a context that brings nothing innovative. At a certain point, the script is already circling (without meaning to be redundant) within its own plot, thus evidencing its narrative fatigue (because the ideas are literally being drained, gradually).
Bill Skarsgård and Anthony Hopkins are equally competent in the construction of their respective characters. There are no spectacular performances, but what is offered is very functional. Skarsgård is astute in conveying his emotional traits (although sometimes he has some exaggeration), and Hopkins is very successful in demonstrating his mastery as a villain using his voice alone (because most of the time he doesn't see himself, he only listens), but also his intellect despite a limited script. The dynamic between the two is intriguing, even if the script doesn't manage to explore its full potential.

Also “flirting” with some technological aspects (which justify the complex and deadly trick that was created by the antagonist to keep the antagonist trapped inside the vehicle without anyone having access to the outside world), Locked is a forgettable movie (problematically directed by David Yarovesky, but produced by the experienced Sam Raimi), but in certain ways it works as fleeting entertainment (even when it is full of inconsistencies that can hardly be be seen as mere conventions to support a weak script and without great moments), which ironically makes us question our role in the world, not only as human beings (and as tales, holding important keys to the future of a nation), but mainly as a society.
Sinopsis: En una búsqueda desesperada de dinero para recuperar su camioneta y volver a trabajar como repartidor, un ladrón casual encuentra una "oportunidad de oro" al encontrar una camioneta de lujo "perdida" en un estacionamiento. Eddie decide entonces forzar el vehículo, pero lo que no sabía es que había caído en una trampa.
En un momento dado, el antagonista y el protagonista debaten acaloradamente sobre la falta de justicia sin moral. Este aspecto filosófico (y argumentativo) guía todo el guion de esta película, que es una nueva versión de 4x4: Bienvenidos a bordo (una película de acción argentina dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat). Sin embargo, no se sostiene del todo dentro de una trama de ritmo lento, con un desarrollo que no aporta nada nuevo. Más allá de la ya conocida venganza con "maquillaje conductual" para justificar actos ilegales como una forma de tomarse la justicia por su mano, esta versión estadounidense aporta un tono dramático a este remake, que por momentos logra ser efectivo en su suspenso.
Yendo directo al grano, el guion no pierde tiempo en sumergir al público en su trama. Apenas unos minutos después de las primeras escenas (que se utilizan exclusivamente para presentar las dificultades económicas del protagonista en su búsqueda de dinero), ya empezamos a percibir la atmósfera claustrofóbica que Eddie experimenta cuando decide entrar en una Unidad de Víctimas Especiales (SVU) que aparentemente ha sido abandonada en un aparcamiento de una zona marginal de un barrio peligroso. Una vez encerrado en el vehículo, el suspense empieza a crecer. Sin embargo, todo lo que comenzó de forma tan curiosa y prometedora pronto pierde fuerza.
En comparación con la versión argentina (que no he visto, pero que claramente tiene un enfoque completamente diferente, sobre todo teniendo en cuenta que es una película de acción), la versión estadounidense presenta cambios sustanciales. El atractivo dramático gira en torno a la figura de un padre que busca mejores condiciones de vida. Aunque este personaje es visto al margen de la sociedad como un posible "paria" (violaciones mencionadas a lo largo del guion), sigue siendo visto como protagonista por enfrentarse con valentía al verdadero antagonista en ocasiones. Sin embargo, ambos lados tienen motivaciones que los convierten en personajes pormedio.
El protagonismo de Eddie se limita a su desafío dentro del coche, al darse cuenta de que William, el torturador que lo mantiene atrapado, lo tiene como rehén. Por otro lado, el antagonismo de William solo llega al público a través de su voz intimidante, que resuena por el altavoz del vehículo. Atrapados dentro del coche, los personajes claramente no pueden interactuar cara a cara, pero el guion no se esfuerza mucho por crear una conexión entre las motivaciones de Eddie y las de William. No hay grandes sorpresas a lo largo del guion, y si bien hay buenos momentos de suspense, son muy aislados y no se mantienen a largo plazo.
Los guionistas intentan constantemente crear conflictos psicológicos entre los dos personajes mediante debates sobre moral y ética, partiendo de la llamada "evolución" de la sociedad para generar conflictos narrativos que sirven de base a la historia. Además de las connotaciones filosóficas, el guion también plantea dilemas políticos, además de hacer referencias a la cultura pop a través del cine, por ejemplo (uno de los pocos aspectos positivos del guion). Todo esto podría haber funcionado muy bien, pero la trama carece de la fuerza suficiente para sostener todos estos elementos, ya que todo resulta bastante superficial.
Toda la película transcurre prácticamente dentro de un solo coche. En este escenario (que parece más bien un tercer personaje), el público es arrastrado directamente a la "prisión privada" en la que vive Eddie. Pero todo lo que parece prometedor al principio (privación de espacio, comida, agua y acceso a internet, por ejemplo) se convierte en un problema porque las motivaciones se vuelven demasiado frágiles y repetitivas en un contexto que no aporta nada innovador. En cierto punto, el guión ya está dando vueltas (sin ánimo de ser redundante) dentro de su propia trama, evidenciando así su cansancio narrativo (porque las ideas se van literalmente drenando, poco a poco).
Bill Skarsgård y Anthony Hopkins son igualmente competentes en la construcción de sus respectivos personajes. No hay actuaciones espectaculares, pero lo que ofrecen es muy funcional. Skarsgård transmite con astucia sus rasgos emocionales (aunque a veces exagera), y Hopkins demuestra con gran éxito su maestría como villano usando solo su voz (porque la mayoría de las veces no se ve a sí mismo, solo escucha), pero también su intelecto a pesar de un guion limitado. La dinámica entre ambos es intrigante, incluso si el guion no logra explorar todo su potencial.
“Coqueteando” también con algunos aspectos tecnológicos (que justifican el complejo y mortal truco que fue creado por el antagonista para mantener al antagonista atrapado dentro del vehículo sin que nadie tenga acceso al mundo exterior), Blindado es una película olvidable (dirigida problemáticamente por David Yarovesky, pero producida por el experimentado Sam Raimi), pero en ciertas maneras funciona como entretenimiento fugaz (aún cuando está llena de inconsistencias que difícilmente pueden ser vistas como meras convenciones para sostener un guión débil y sin grandes momentos), lo que irónicamente nos hace cuestionar nuestro papel en el mundo, no sólo como seres humanos (y como cuentos, poseedores de importantes claves para el futuro de una nación), sino principalmente como sociedad.
Sinopse: Numa busca desesperada por dinheiro para reaver à sua van e voltar a trabalhar como entregador, um ladrão ocasional encontra uma “oportunidade de ouro” ao se deparar com um SVU de luxo “perdido” em um estacionamento. Eddie então decide invadir o veículo, mas o que ele não sabia é que ele havia caído em uma armadilha.
Em um dado momento, antagonista e protagonista debatem fortemente sobre não haver justiça sem moralidade. Esse é um aspecto filosófico (e argumentativo) que norteia todo o roteiro deste filme, que é um remake de 4x4: Bienvenido a bordo (um filme de ação argentino dirigido por Mariano Cohn e Gastón Duprat), mas que não o sustenta por completo dentro de uma trama lenta, com um desenvolvimento que não traz nada de novo, além da já conhecida vingança com uma “maquiagem comportamental” afim de justiçar atos ilegais como formas para fazer justiça com as próprias mãos, esta versão americana traz um teor dramático para este remake, que por vezes consegue ser eficiente no seu suspense.
Indo direto ao ponto, o roteiro aqui não perde tempo nenhum em jogar o público dentro da sua trama. Poucos minutos depois das primeiras cenas (que são usadas exclusivamente para apresentar todas as dificuldades financeiras que estão sendo vividas pelo protagonista na sua busca por dinheiro), já estamos começando a sentir o clima claustrofóbico que Eddie está vivendo ao decidir invadir um SVU que, aparentemente, estava “abandonado” em um estacionamento numa região pobre de algum bairro perigoso. Uma vez trancado dentro do veículo, o suspense começa a ser construído aqui. No entanto, tudo o que começou de maneira curiosa e altamente promissora, logo vai perdendo o fôlego mais adiante.
Em comparação com a versão argentina (a qual eu não assisti, mas que obviamente tem uma abordagem totalmente diferente, até mesmo por ser um filme de ação), há mudanças substanciais que são feitas na versão americana. O apelo dramático aqui orbita o roteiro na figura de um pai em busca de melhores condições de vida, e ainda que esse seja um personagem que as margens da sociedade seja visto como um possível “marginal” (infrações que são mencionadas ao longo do desenvolvimento do roteiro), ainda é visto como protagonista por confrontar o real antagonista de maneiras corajosas em alguns momentos. No entanto, em ambos os lados há motivações que os tornam em personagens medianos.
O protagonismo de Eddie fica restrito a rebeldia dele dentro do carro, uma vez que ele começa a entender que é feito de “refém” por William, o algoz que o mantém preso no carro. Por outro lado, o antagonismo de William só chega até o público através da sua voz “intimidante”, que ecoa pelo alto-falante do veículo. Preso dentro do carro, é claro que os personagens não podem interagir frente a frente, mas o roteiro não se esforça muito em criar uma “conexão” entre as motivações de Eddie com a motivações de William. Não há nenhuma grande surpresa durante todo o roteiro, e mesmo que hajam bons momentos de suspense, são situações muito pontuais e que não se sustentam por prazos mais longos.
Há uma tentativa insistente dos roteiristas em criar alguns embates psicológicos entre os dois personagens através de discussões envolvendo aspectos como moral e ética, usando a então “evolução” da sociedade como ponto de partida para gerar conflitos narrativos que funcionam como alicerces da estória. Além de toques filosóficos, o roteiro também traz dilemas políticos para à mesa de discussões, assim como faz algumas referências ao cenário da cultura pop através do cinema, por exemplo (um dos poucos aspectos positivos do roteiro). Tudo isso realmente poderia ter funcionado muito bem, mas não há força suficiente na trama para sustentar todos estes elementos, uma vez que tudo é bem raso.
Todo o filme acontece praticamente dentro de um único carro. Dentro desse cenário (que mais parece ser um terceiro personagem), o público vai sendo “tragado” diretamente para o “cárcere privado” que Eddie está vivendo, mas tudo o que acontece de promissor no começo (privação de espaço, comida, água e acesso a internet... por exemplo), se torna um problema porque as motivações se tornam frágeis e repetitivas demais dentro de um contexto que não traz nada de inovador. Em um certo momento, o roteiro já está dando voltas (sem querer ser redundante) dentro da sua própria trama, evidenciando assim o seu cansaço narrativo (porque as ideias vão literalmente sendo escoadas, gradualmente).
Bill Skarsgård e Anthony Hopkins são igualmente competentes nas construções dos seus respectivos personagens. Não há nenhuma performance espetacular aqui, mas o que eles entregam tem uma qualidade muito funcional. Skarsgård é astuto ao demonstrar suas feições emocionais (ainda que faça isso com um certo exagero em alguns momentos), e o Hopkins é muito pertinente ao demonstrar o seu domínio como vilão usando não apenas à sua voz (porque na maior parte do tempo ele não é visto, mas sim, apenas ouvido), mas também todo seu intelecto diante de um roteiro limitado. A dinâmica entre os dois é intrigante, ainda que o roteiro não consiga explorar todo o potencial que estava disponível.
“Flertando” também com alguns aspectos tecnológicos (que justificam a complexa e mortal armadilha que foi criada pelo antagonista para manter o antagonista preso dentro do veículo sem qualquer acesso ao mundo externo), Confinado é um filme esquecível (dirigido problematicamente por David Yarovesky, mas produzido pelo experiente Sam Raimi), mas que de certo modo funciona como um entretenimento passageiro (ainda que esteja repleto de inconsistências que são difíceis de serem encaradas como meras convenções para sustenta um roteiro fraco e sem grandes momentos), que ironicamente nos faz questionar sobre o nosso papel no mundo, não apenas enquanto seres humanos (e como tal, sendo peças-chaves para o futuro de uma nação), mas principalmente enquanto uma sociedade.
Posted Using INLEO
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se ve buena, excelente reseña
looks good, excellent review
Hey, how interesting! I had no idea that there was an American version of that Argentine film. I loved the original, it was superintensa and claustrophobic. From what you have of this, it seems that they have put more drama and less action, right? And it is a pity that the script does not take advantage of Bill Skarsgård and Anthony Hopkins.