MOVIE REVIEW: “Ride” (2018)

Synopsis: James is a young aspiring actor who makes a living working as a ride-sharing driver. However, when he accepts what seemed to be just another routine ride, he actually has no idea of the perverse game he will be forced to participate in.

One of the things I like most (and obviously value) about suspense movies is the ability the script has to create situations where the characters experience situations of real danger, with a “tactile” tension, making the experience of watching that story something more immersive. Modern cinema is still trying to find this path within this genre, but it has not yet found the most productive direction to follow. This movie is yet another example that fosters everything I am saying, because it is a project with a very interesting idea, but very poorly developed.

Set during a long night in the intense city of Los Angeles, the plot is centered on three characters: James, Jessica and Bruno. James is trying to be an actor, and when that doesn't happen, he works as a driver for a private ride company (app rides), while Jessica and Bruno are just seemingly normal passengers, however, James will discover that they are very different. The movie is divided into two precise moments, and it is from this that the script tries to outline a suspense plot based on a purely psychological foundation.

While driving for Jessica, James realizes that they were discreetly flirting with each other. It doesn't take long until James accepts another ride (after dropping Jessica off where she wanted to go), and he ends up meeting Bruno (the typical passenger who seems to be everyone's friend, but who actually hides bad intentions) and after being invited by the passenger to take a much longer ride in exchange for better pay, James' night becomes a big nightmare, which, by the way, ends up being shared with Jessica inside the same car.

The initial tension is relatively well-built (even with some questionable decisions in the middle of the entire process of connection between each of the three characters, which basically reflect stupid attitudes that in the real world would be something difficult to happen), but the pace of the movie is too slow, and ends up bringing a very shallow story right in its second act, to the point that its less than 80 minutes seem to last more than 120 minutes. Not even the use of clichés of this cinematic genre are used with the minimum of caution, delivering a very bad climax.

At times it is true that the dynamics of the script tries to establish a good narrative (and in fact, in essence the plot is cool, and has good potential), and relies on longer dialogues to try to do this (favoring the collective rapport of the characters, which ends up being the “key piece” of everything we see on screen). However, the suspense takes a while to build, and when things are actually starting to heat up (and here I'm referring to the psychological game that James and Jessica are forced to participate in under Bruno's command) the movie reaches its “conclusion”.

Personally speaking, I found the idea of using a single car as the main setting for all the more specific events very interesting. This creates a somewhat “claustrophobic” feeling, which is initially a positive thing, but the script fails to create situations that sustain this type of approach for long, and it doesn’t take long for things to start getting too repetitive (and from that point on, the movie fails to offer anything useful). Not to mention the fact that the villain’s motivation is never fully explained in the plot.

There is a brief explanation of the villain’s objective (and I prefer to believe that the script wanted to make a kind of criticism about how dangerous all people can be, regardless of gender, nationality, sexual preference, financial class, color or physical features), but there is no “sedimentation” of this idea that justifies the acts committed throughout the narrative. In the cast, Jessie T. Usher, Bella Thorne and Will Brill even tried hard to deliver performances with an “acceptable quality”, but even this cast isn’t good... They are clearly sabotaged by this script.

Ride was written and directed by Jeremy Ungar (a doubly disappointing work) and initially promised to be a potentially interesting entertainment, but soon after it got lost within its own proposal, not knowing what to do to get back on track when everything no longer makes any sense. Ironically, the project has a decent visual aesthetic (deserved emphasis on the photography and set design, which favors an urban and casual atmosphere), but it still has very obvious budget problems, revealing it to be a movie with low technical production.

Sinopsis: James es un joven aspirante a actor que se gana la vida como conductor de un servicio de transporte compartido. Sin embargo, cuando acepta lo que parecía ser un viaje rutinario más, en realidad no tiene ni idea del juego perverso en el que se verá obligado a participar.

Una de las cosas que más me gustan (y obviamente valoro) de las películas de suspense es la capacidad del guion para crear situaciones donde los personajes experimentan peligros reales, con una tensión táctil, lo que hace que la experiencia de ver esa historia sea más inmersiva. El cine moderno aún intenta encontrar este camino dentro del género, pero aún no ha encontrado la dirección más productiva. Esta película es un ejemplo más que refuerza todo lo que digo, porque es un proyecto con una idea muy interesante, pero muy poco desarrollado.

Ambientada en una larga noche en la intensa ciudad de Los Ángeles, la trama se centra en tres personajes: James, Jessica y Bruno. James intenta ser actor, y al no conseguirlo, trabaja como conductor para una empresa de viajes privados (viajes a través de aplicaciones), mientras que Jessica y Bruno son pasajeros aparentemente normales. Sin embargo, James descubrirá que son muy diferentes. La película se divide en dos momentos precisos, y es a partir de ellos que el guion intenta esbozar una trama de suspense con una base puramente psicológica.

Mientras conduce para Jessica, James se da cuenta de que estaban coqueteando discretamente. No pasa mucho tiempo hasta que James acepta otro viaje (después de dejar a Jessica donde quería ir), y termina conociendo a Bruno (el típico pasajero que parece ser amigo de todos, pero que en realidad esconde malas intenciones). Tras ser invitado por el pasajero a un viaje mucho más largo a cambio de una mejor paga, la noche de James se convierte en una gran pesadilla, que, por cierto, termina compartiendo con Jessica en el mismo coche.

La tensión inicial está relativamente bien construida (incluso con algunas decisiones cuestionables en medio de todo el proceso de conexión entre cada uno de los tres personajes, que básicamente reflejan actitudes estúpidas que en el mundo real serían difíciles de ocurrir), pero el ritmo de la película es demasiado lento y termina presentando una historia muy superficial en su segundo acto, hasta el punto de que sus menos de 80 minutos parecen durar más de 120. Ni siquiera el uso de clichés propios de este género cinematográfico se realiza con la mínima precaución, lo que resulta en un clímax muy malo.

A veces es cierto que la dinámica del guion intenta establecer una buena narrativa (y, de hecho, en esencia, la trama es interesante y tiene buen potencial), y se apoya en diálogos más largos para lograrlo (favoreciendo la compenetración colectiva de los personajes, que termina siendo la pieza clave de todo lo que vemos en pantalla). Sin embargo, el suspense tarda un tiempo en construirse, y cuando las cosas realmente empiezan a calentarse (y aquí me refiero al juego psicológico en el que James y Jessica se ven obligados a participar bajo el mando de Bruno) la película llega a su "conclusión".

Personalmente, me pareció muy interesante la idea de usar un solo coche como escenario principal de todos los eventos más específicos. Esto crea una sensación algo claustrofóbica, lo cual es positivo al principio, pero el guion no logra crear situaciones que mantengan este tipo de enfoque por mucho tiempo, y no tarda en volverse demasiado repetitivo (y a partir de ahí, la película no ofrece nada útil). Por no mencionar que la motivación del villano nunca se explica completamente en la trama.

Hay una breve explicación del objetivo del villano (y prefiero creer que el guion quería hacer una especie de crítica sobre lo peligrosas que pueden ser todas las personas, independientemente de su género, nacionalidad, preferencia sexual, clase económica, color o características físicas), pero no hay ninguna "sedimentación" de esta idea que justifique los actos cometidos a lo largo de la narrativa. En el reparto, Jessie T. Usher, Bella Thorne y Will Brill incluso se esforzaron por ofrecer actuaciones de una "calidad aceptable", pero incluso este reparto no es bueno... Están claramente saboteados por este guion.

Ride fue escrita y dirigida por Jeremy Ungar (una obra doblemente decepcionante) y en un principio prometía ser un entretenimiento potencialmente interesante, pero poco después se perdió en su propia propuesta, sin saber qué hacer para retomar el rumbo cuando todo deja de tener sentido. Irónicamente, el proyecto tiene una estética visual decente (merecido énfasis en la fotografía y la escenografía, que favorece una atmósfera urbana e informal), pero aún presenta evidentes problemas de presupuesto, lo que revela una película con una producción técnica deficiente.

Sinopse: James é um jovem aspirante a ator que ganha à vida trabalhando como motorista de aplicativo. No entanto, quando ele aceita o que parecia ser apenas outra corrida rotineira, na verdade, não faz ideia do jogo perverso ao qual ele será forçadamente submetido a participar.

Uma das coisas que eu mais gosto (e obviamente valorizo) nos filmes de suspense é a capacidade que o roteiro tem de criar situações onde os personagens vivenciam situações de perigo real, com uma tensão ‘tátil”, tornando a experiência de assistir aquela estória em algo mais imersivo. O cinema moderno ainda tenta encontrar esse caminho dentro desse gênero, mas ainda não achou a direção mais produtiva a ser seguida. Este filme é mais um exemplo que fomenta tudo o que eu estou dizendo, porque se trata de um projeto com uma ideia bem interessante, mas muito mal desenvolvida.

Ambientado durante uma longa noite na intensa cidade de Los Angeles, a trama é concentrada em três personagens: James, Jessica e Bruno. James está tentando ser ator, e quanto isso não acontece, ele trabalha como motorista de uma empresa de corridas particulares (corridas de aplicativo), enquanto Jessica e Bruno são só passageiros aparentemente normais, no entanto, James irá descobrir que eles são muito diferentes. O filme se divide em dois momentos precisos, e é a partir disso que o roteiro tenta delinear uma trama de suspense baseada em um alicerce puramente psicológico.

Enquanto estava dirigindo para Jessica, James percebe que eles estavam discretamente flertando um com o outro. Não demora muito até que James aceite outra corrida (depois de deixar Jessica onde ela queria ir), e ele acaba conhecendo Bruno (o típico passageiro que parece ser amigo de todos, mas que na verdade esconde más intensões) e após ele ser convidado pelo passageiro a fazer uma corrida bem mais longa em troca um pagamento melhor, à noite de James se torna um grande pesadelo, que aliás, acaba sendo eventualmente compartilhado com Jessica dentro do mesmo carro.

O clima de tensão inicial é relativamente bem construído (mesmo com algumas decisões duvidosas no meio de todo o processo de conexão entre cada um dos três personagens, que basicamente refletem atitudes estúpidas que no mundo real seria algo difícil de acontecer), mas o ritmo do filme é lento demais, e acaba trazendo uma estória muito rasa logo no seu segundo ato, a ponto de fazer os seus menos de 80 minutos parecem durar mais de 120 minutos. Nem mesmo o uso dos clichês desse gênero cinematográfico são usados com o mínimo de cautela, entregando um clímax bem ruim.

Em alguns momentos é verdade que a dinâmica do roteiro tenta estabelecer uma boa narrativa (e de fato, na essência da ideia a trama é legal, e tem um bom potencial), e aposta em diálogos mais longos para tentar fazer isso (favorecendo o entrosamento coletivo dos personagens, que acaba sendo a “peça-chave” de tudo o que vemos na tela). No entanto, o suspense demora a acontecer, e quando de fato as coisas estão começando a esquentar (e aqui eu me refiro ao jogo psicológico ao qual James e Jessica são obrigados a participar sob o comando de Bruno) o filme chega a sua “conclusão”.

Particularmente falando, eu achei a ideia de utilizar um único carro como cenário principal de todos os acontecimentos mais específicos algo muito interessante. Isso traz uma sensação um tanto quanto “claustrofóbica” que inicialmente é algo positivo, mas o roteiro não consegue criar situações que sustentem esse tipo de abordagem por muito tempo, e não demora até as coisas começarem a ficar repetitivas demais (e a partir desse ponto, o filme não consegue oferecer mais nada de útil). Sem mencionar o fato da motivação do vilão nunca ter sido totalmente esclarecida dentro da trama.

Há uma breve explicação sobre o objetivo do vilão (e eu prefiro acreditar que o roteiro quis fazer uma espécie de crítica sobre o quão perigosas todas as pessoas podem ser, independente do gênero, nacionalidade, preferência sexual, classe financeira, cor ou traços físicos), mas não existe uma “sedimentação” sobre essa ideia que justifique os atos cometidos ao longo da narrativa. No elenco, Jessie T. Usher, Bella Thorne e Will Brill até se esforçaram para entregar atuações com uma “qualidade aceitável”, mas mesmo esse elenco nãos endo bom... Eles são nitidamente sabotados por esse roteiro.

Desvio de Rota foi escrito e dirigido por Jeremy Ungar (um trabalho duplamente decepcionante) inicialmente prometeu ser um entretenimento potencialmente interessante, mas logo depois se perdeu dentro da sua própria proposta, não sabendo mais o que fazer para voltar aos trilhos quando tudo já não faz mais sentido algum. Ironicamente, o projeto tem uma estética visual decente (destaque merecido para a fotografia e a cenografia, que favorece um clima urbano e casual), mas ainda sim, tem problemas bem óbvios de orçamento, revelando ser um filme com baixa produção técnica.