MOVIE REVIEW: “The Flash” (2023)

Synopsis: The super-speed hero Flash travels to a complicated (and challenging) timeline where the Earth is in real chaos, where its heroes are currently lost, and also at war. It's up to him to fix all of that.

Compared to other superhero movies (especially Marvel ones), I think that one of DC Comics' biggest assets is trying to offer the public some scripts with a less comic and more intense approach. In general, this is the studio's point of view and with that, it has managed to create its own identity over the years. This tends to be a feature that is very easy to notice in this studio's movies and it's good to know that there is intelligent life in superhero movies that focus a little more than pure entertainment. This time, DC Comics is back in the spotlight, and brings a very current approach to one of its most beloved protagonists and who will certainly please the fans.

Personally speaking, I can't speak as one of those fans or as a comic book reader, but it's clear that the studio has bet big on this project. Despite having a problematic script (and at times very predictable, especially in relation to the comings and goings in the timeline), the movie manages to keep up with a frightening speed and with that, it also manages to disguise some very punctual flaws along the way. of your projection. Simultaneously, the events are intertwined, but so are the problems that make the script into something that is sometimes very messy, and at times, it is even tiring due to the repetition of ideas (albeit in a “dynamic” way).

A very pulsating feeling during a good part of the plot is the persistent idea about who we human beings are today, who we wanted (or could) be like, within the same space-time that does not have the function of “limiting” us. ” within a society with its pre-established rules through its modifications. The idea of existential crises is used metaphorically here, but the function of the argument is justifiable so that the weight of the movie's conclusions brings the expected impact on the public. However, the approach to time travel and the use of the metaverse were “exhaustively explored” aspects, taking away the potential of the plot in general.

The timeline is not temporal (this is more than predictable), and everything that happens in the present impacts not only the events of the past, but also the future. All this could have been addressed in a more complex way in the script, but they fail in this regard. Although it is not a total mistake, it is evident that the script uses many nostalgic points (for example, the use of other superheroes from different universes) to embrace its entire audience. Betting on many didactic explanations, almost everything the plot does is treat the audience like an “adult child”, chewing all its arguments until they become too “liquid” to be substantial.

Even if the comic factor is very strong here, the script tries hard not to make it its only point of support. There is an interesting mix between comedy and drama, something that is common in movies of this genre, but which does not have a good dosage in most projects. Fortunately, things work a little better here, and it embodies the studio's DNA when it comes to keeping a more serious approach to its ideas. On the other hand, the movie arrives a little late on the podium of valid arguments for the use of time travel and complications brought about by a line imposed by the metaverse, resulting in a very oscillating plot in all its sublines and objectives.

There are those who consider this movie as a comedy, but its main focus is to bring the protagonist into a kind of reality with which he is still not very accustomed. This decision creates interesting narrative lines and at various times this works very well, creating situations that are too atypical to be faced with normality. The bad side of the comic exaggeration (in relation to the construction of the profile of Barry Allen specifically) is the worst decision of the movie, because the performance of Ezra Miller in many moments becomes something undeniably very irritating, basically because the tone chosen by him is quite cartoonish and most of his jokes don't work very well.

The punctuality of wanting to become a great movie at all costs (either by bringing iconic events and characters in the history of comics or by its visual “megalomania”) is the great quality of the project (there is no doubt about that), but at the same time time, it is also its great curse because the same element ends up being divided into two opposite sides of the same coin. Andy Muschietti manages the movie with a slightly too loose hand and with a lightness that should have been replaced with something firmer, but he also manages to make the project flow with an appropriate linearity in relation to its more complex aspects and extracts the best from its cast, which by the way, is good.

In other words, The Flash is a movie that tries to be much bigger (and more important) than it really is: an explosion of colors and convergence of lights that goes hand in hand with a frantic soundtrack and special effects of somewhat dubious quality. in some moments. Even if there is an effort to deliver something more challenging (and even more rooted) to the audience, everything is too volatile to serve as a solid foundation for other movies with this same theme. However, it is necessary to say that he manages to have a visceral impact on the future of a universe still uncertain within the next DC Comics projects, because the hooks for this appear to be very solid.

Sinopsis: El héroe de súper velocidad Flash viaja a una línea de tiempo complicada (y desafiante) donde la Tierra está en un caos real, donde sus héroes están actualmente perdidos y también en guerra. Depende de él arreglar todo eso.

En comparación con otras películas de superhéroes (especialmente las de Marvel), creo que una de las mayores bazas de DC Comics es intentar ofrecer al público unos guiones con un enfoque menos cómico y más intenso. En general, este es el punto de vista del estudio y con eso ha logrado crear su propia identidad a lo largo de los años. Esta suele ser una característica que es muy fácil de notar en las películas de este estudio y es bueno saber que hay vida inteligente en las películas de superhéroes que se enfocan un poco más que el puro entretenimiento. En esta ocasión, DC Comics vuelve a ser el centro de atención, y trae un enfoque muy actual a uno de sus protagonistas más queridos y que sin duda complacerá a los fanáticos.

Personalmente, no puedo hablar como uno de esos fanáticos o como un lector de cómics, pero está claro que el estudio ha apostado fuerte por este proyecto. A pesar de tener un guión problemático (y por momentos muy predecible, sobre todo en lo que se refiere a las idas y venidas en la línea de tiempo), la película consigue mantener una velocidad aterradora y con ello también consigue disimular algunos fallos muy puntuales a lo largo de la trama. camino de tu proyección. Simultáneamente, los hechos se entrelazan, pero también los problemas que hacen del guión algo a veces muy desordenado y, a veces, hasta cansino por la repetición de ideas (aunque de forma “dinámica”).

Un sentimiento muy pulsante durante buena parte de la trama es la idea persistente sobre quiénes somos hoy los seres humanos, quiénes queríamos (o podríamos) ser, dentro de un mismo espacio-tiempo que no tiene la función de “limitarnos” dentro de una sociedad con sus reglas preestablecidas a través de sus modificaciones. La idea de crisis existenciales se usa aquí metafóricamente, pero la función del argumento es justificable para que el peso de las conclusiones de la película traiga el impacto esperado en el público. Sin embargo, el enfoque de los viajes en el tiempo y el uso del metaverso fueron aspectos “exhaustivamente explorados”, restándole potencial a la trama en general.

La línea de tiempo no es temporal (esto es más que predecible), y todo lo que sucede en el presente impacta no solo en los eventos del pasado, sino también en el futuro. Todo esto podría haberse abordado de una manera más compleja en el guión, pero fallan en ese sentido. Aunque no es un error total, es evidente que el guión utiliza muchos puntos nostálgicos (por ejemplo, el uso de otros superhéroes de diferentes universos) para abrazar a toda su audiencia. Apostando por muchas explicaciones didácticas, casi todo lo que hace la trama es tratar a la audiencia como un “niño adulto”, masticando todos sus argumentos hasta que se vuelven demasiado “líquidos” para ser sustanciales.

Si bien aquí el factor cómico es muy fuerte, el guión se esfuerza por no convertirlo en su único punto de apoyo. Hay una interesante mezcla entre comedia y drama, algo que es habitual en películas de este género, pero que no tiene una buena dosificación en la mayoría de los proyectos. Afortunadamente, las cosas funcionan un poco mejor aquí, y encarna el ADN del estudio cuando se trata de mantener un enfoque más serio de sus ideas. Por otro lado, la película llega un poco tarde al podio de los argumentos válidos para el uso del viaje en el tiempo y las complicaciones provocadas por una línea impuesta por el metaverso, resultando una trama muy oscilante en todas sus sublíneas y objetivos.

Hay quienes consideran esta película como una comedia, pero su objetivo principal es llevar al protagonista a una especie de realidad a la que aún no está muy acostumbrado. Esta decisión crea líneas narrativas interesantes y en varios momentos funciona muy bien, creando situaciones demasiado atípicas para afrontarlas con normalidad. El lado malo de la exageración cómica (en relación a la construcción del perfil de Barry Allen específicamente) es la peor decisión de la película, pues la actuación de Ezra Miller en muchos momentos se convierte en algo innegablemente muy irritante, básicamente por el tono escogido por es bastante caricaturesco y la mayoría de sus chistes no funcionan muy bien.

La puntualidad de querer convertirse en una gran película a toda costa (ya sea por traer hechos y personajes icónicos de la historia del cómic o por su “megalomanía” visual) es la gran cualidad del proyecto (de eso no hay duda), pero a la vez, también es su gran maldición porque un mismo elemento acaba dividido en dos caras opuestas de una misma moneda. Andy Muschietti maneja la película con una mano un poco demasiado suelta y con una ligereza que debería haber sido reemplazada por algo más firme, pero también logra que el proyecto fluya con una linealidad apropiada en relación a sus aspectos más complejos y extrae lo mejor de sus elenco, que por cierto, es bueno.

En otras palabras, Flash es una película que pretende ser mucho más grande (y más importante) de lo que realmente es: una explosión de colores y convergencia de luces que va de la mano de una frenética banda sonora y unos efectos especiales de calidad un tanto dudosa. en algunos momentos. Incluso si hay un esfuerzo por ofrecer algo más desafiante (e incluso más arraigado) a la audiencia, todo es demasiado volátil para servir como una base sólida para otras películas con el mismo tema. Sin embargo, es necesario decir que logra tener un impacto visceral en el futuro de un universo aún incierto dentro de los próximos proyectos de DC Comics, pues los ganchos para ello parecen ser muy sólidos.

Sinopse: O herói super-veloz Flash viaja até uma complicada (e desafiadora) linha do tempo onde a Terra está um verdadeiro caos, onde os seus heróis atualmente estão perdidos, e também em guerra. Cabe a ele consertar tudo isso.

Em comparação aos demais filmes de super-heróis (em especial, os da Marvel), eu acho que um dos maiores trunfos da DC Comics é tentar oferecer ao público alguns roteiros com uma abordagem menos cômica e mais intensa. Em geral esse é o ponto de vista do estúdio e com isso, conseguiu criar uma identidade própria ao longo dos anos. Essa tende a ser uma característica muito fácil de ser notada nos filmes deste estúdio e é bom saber que existe vida inteligente nos filmes de super-heróis focam um pouco mais além do puro entretenimento. Desta vez, a DC Comics volta aos holofotes, e traz uma abordagem muito atual sobre um dos seus protagonistas mais queridos e que com certeza agradará aos fãs.

Particularmente falando, não posso falar como um desses fãs e nem como um leitor de quadrinhos, mas é notório que o estúdio apostou alto neste projeto. Apesar de ter um roteiro problemático (e às vezes bem previsível, principalmente em relação as idas e vindas na linha do tempo), o filme consegue se manter de pé com uma velocidade assustadora e com isso, consegue também disfarçar algumas falhas bem pontuais ao longo da sua projeção. De forma simultânea, os acontecimentos se entrelaçam, mas também se entrelaçam os problemas que tornam o roteiro em algum que às vezes é muito bagunçado, e em alguns momentos, é até cansativo pela repetição de ideias (ainda que de forma “dinâmica”).

Um sentimento muito pulsante durante uma boa parte da trama é a ideia persistente sobre quem nós, seres humanos, somos atualmente, com quem nós queríamos (ou poderíamos) ser, dentro de um mesmo espaço-tempo que não tem à função de nos “limitar” dentro de uma sociedade com suas regras pré-estabelecidas através de suas modificações. A ideia sobre crises existenciais é utilizada de forma metafórica aqui, mas à função do argumento é justificável para que o peso das conclusões do filme traga o impacto esperado no público. No entanto, a abordagem sobre viagens no tempo e a utilização do metaverso foram aspectos “exaustivamente explorados”, tirando o potencial da trama de forma geral.

A linha do tempo não é temporal (isso é algo mais do que previsível), e tudo o que acontece no presente impacta não apenas os acontecimentos do passado, mas também o futuro. Tudo isso poderia ser tido abordado de uma maneira mais complexa no roteiro, mas eles falham nesse aspecto. Embora não seja um erro total, fica evidente que o roteiro usa de muitos pontos nostálgicos (por exemplo, uso de outros super-heróis de universos distintos) para abraçar todo o seu público. Apostando em muitas explicações didáticas, quase tudo o que à trama faz é tratar o público como uma “criança adulta”, mastigando todos os seus argumentos até que eles se tornem “líquidos” demais para ser substanciais.

Mesmo que o fator cômico seja muito forte aqui, o roteiro se esforça para não fazer dele o seu único ponto de apoio. Há uma mesclagem interessante entre comédia e drama, algo que é comum em filmes deste gênero, mas que não tem uma boa dosagem em grande parte dos projetos. Felizmente, aqui as coisas funcionam um pouco melhor, e traz o DNA do estúdio no que diz respeito a manter uma abordagem mais séria nas suas ideias. Por outro lado, o filme chega um pouco atraso no pódio dos argumentos válidos para utilização de viagens no tempo e complicações trazidas por uma linha imposta pelo metaverso, resultando em uma trama bastante oscilante em todas suas entrelinhas e seus objetivos.

Há quem considere este filme como uma comédia, mas o foco principal dele é trazer o protagonista para um tipo de realidade com a qual ele ainda não está muito bem acostumado. Essa decisão cria linhas narrativas interessantes e em vários momentos isso funciona muito bem, criando situações atípicas demais para serem encaradas com normalidade. O lado ruim do exagero cômico (em relação à construção do perfil de Barry Allen especificamente) é à pior decisão do filme, porque à performance de Ezra Miller em muitos momentos chega a ser algo incontestavelmente bem irritante, basicamente porque o tom escolhido por ele é bastante caricato e à maioria das suas piadas não funciona muito bem.

A pontualidade de querer se tornar um grande filme a todo custo (seja por trazer eventos e personagens icônicos na história dos quadrinhos ou pela sua “megalomania” visual) é a grande qualidade do projeto (não há dúvidas quanto a isso), mas ao mesmo tempo, é também à sua grande maldição porque um mesmo elemento acaba sendo dividido em dois lados opostos de uma mesma moeda. Andy Muschietti digire o filme com uma mão um pouco solta demais e com uma leveza que deveria ter sido substituída por algo mais firme, mas também consegue fazer o projeto fluir com uma linearidade apropriada em relação aos seus aspectos mais complexos e extrai o melhor do seu elenco, que aliás, é bom.

Em outras palavras, The Flash é um filme que tenta ser muito maior (e mais importante) do que ele realmente é: uma explosão de cores e convergência de luzes que anda em paralelo com uma trilha sonora frenética e efeitos especiais de qualidade um pouco duvidosa em alguns momentos. Mesmo que haja um esforço em entregar algo mais desafiador (e até mais enraizado) para o público, tudo é volátil demais para servir como uma base sólida para outros filmes com essa mesma temática. No entanto, é necessário dizer que ele consegue ter um impacto visceral sobre o futuro de um universo ainda incerto dentro dos próximos projetos da DC Comics, porque os ganchos para isso aparecem bem sólidos.